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DEJAR DE CONSUMIR DROGAS NO ES TAN DIFERENTE AQUÍ O EN IRÁN

Foto del escritor: Alexander ToméAlexander Tomé

No tiene demasiada importancia si lo llamas reunión o terapia grupal. Los procesos terapéuticos no son tan distintos ni dependen tanto del lugar, o de los nombres que usemos para definirlos. En distintos países con diferentes sistemas la base de la dificultad o carencia que lleva a una persona a consumir de manera adictiva es sensiblemente muy parecida. Y lo que se hace al ofrecerle ayuda tampoco es tan distinto. Ambas parecen depender en gran medida de las relaciones personales en las que la persona crece. Como si fuera la tierra de una maceta, que si no es lo suficientemente nutritiva la persona enferma, y que para que se recupere se ha de trasplantar en parte, o al menos durante un tiempo.

He tenido la oportunidad de leer un par de historias vitales narradas por 2 asistentes a los grupos de Narcóticos Anónimos a nivel internacional. Un hombre hindú y una mujer iraní. Con independencia de su contexto socio-cultural, sus historias tienen importantes semejanzas en cuanto a qué parece ser una de las causas de la relación adictiva con las sustancias, y también en cuanto a qué encontraron para poder vivir en abstinencia y sentirse mejores personas que antes de haber probado las drogas. Su resolución pasa por puntos similares, que tienen que ver con sentirse parte auténtica de algo, y también con la capacidad emocional que descubren en el camino de querer ser mejores personas.

Ambos tienen un contexto familiar parecido, que se podría resumir en un sistema exigente de manera directa o indirecta. Y además comparten que su vida sentimental no les llena, y como muy bien describe la mujer, que además fue una de las primeras en asistir en Irán a un grupo de NA, el concepto de Autenticidad estaba muy condicionado.




Él descubre que no sabía conseguir una verdadera intimidad en sus relaciones. Llegó a su primera reunión como llegan la mayoría de los adictos: abatido, desesperado y con tendencias suicidas. Aquel día aprendió una lección al ser acogido por 2 manos anónimas: toma con una mano a un recién llegado y con la otra a un miembro con experiencia, así no te quedará ninguna para tomar drogas. Su padrino le dijo que no tenía porque estar solo, que solo siguiera viniendo.


Él creía que su problema era sencillamente haber nacido en el lugar y en el momento equivocados. Era un informático de los 90´cuando quería ser una estrella de rock californiana de los 60´.



Él al principio del tratamiento pasaba mucho tiempo en el baño, igual que cuando consumía, solo que esta vez era para tener intimidad para rezar. Tenía importancia dedicarle una hora al día a los ejercicios escritos para su recuperación. Pero buscaba la perfección.


A través de una relación de pareja (y de una propensión por las mujeres casadas quizás vinculada al miedo por el compromiso) deja de sentirse bien consigo mismo. Iba a las reuniones pero no podía compartir honestamente.


Descubre que ante una situación preguntarse qué puede aportar en lugar de qué puedo sacar, por lo general le trae muy buenas recompensas.


Siempre que estar limpio sea más importante que consumir, uno no recaerá. Siempre que el bienestar del grupo sea más importante que tener razón, uno estará bien”. Como aprendizajes personales destaca en su relato la Intimidad, habiendo aprendido a confiar, a ser vulnerable y a pedir ayuda. También que el Amor es acción. “NA no solo me ha cambiado, sino que además me ha hecho sentir cómodo con el cambio”.




En la familia de ella todo el mundo tenía una buena educación y éxito. La mayor parte de su vida se odió a si misma por sus sentimientos. Su incapacidad para formar parte de algo era el origen de algunos de sus sentimientos más dolorosos. No paraba de buscar algo a lo que pertenecer.

Cada vez que encontraba algo nuevo pensaba que era la solución. En apariencia todo iba bien, pero por dentro estaba lista para explotar.

Ella descubrió las drogas a los 28 años. Y se enamoró. Hoy en día se da cuenta que su vida entera era puro egocentrismo. Los últimos meses de su consumo, que descubrió con su marido, lloraba todas las noches.

Ir a las reuniones le ayudó. Aunque no sabía que estaba haciendo allí. Tenía miedo, y aún así algo le hacía volver.

Con el tiempo de abstinencia ella olvidó porque había consumido drogas. Su recaída no duró mucho, consumió un par de veces, pero dejo de creer en si misma y volvió a un completo aislamiento. Quería morirse, y había perdido hacía tiempo al grupo.

Consiguió volver a los grupos en Teherán, mañana, tarde y noche. Y se propuso profundizar más en los pasos y en su recuperación. La Recaída se había convertido en el punto decisivo, y en un período breve creció mucho más que en los primeros 5 años. Se convirtió en una integrante auténtica.

Anteriormente había sufrido porque sus padres vieran dañada su reputación en la comunidad por tener una hija adicta. Esta mujer defiende que hoy puede ser ella misma y no tiene necesidad de esconder sus sentimientos.

 
 
 

1 Comment


personperperson
May 27, 2021

A very insightful article and a jarring reminder that two of the many factors that have influenced who we are as people and our circumstances are the time and place of our birth.

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