top of page

POR QUÉ VAN A HACERME CASO?

Foto del escritor: Alexander ToméAlexander Tomé

La teoría del Apego, desarrollada por Bowlby (1969;1988), ha sido y es utilizada hasta la saciedad para explicar cómo se vincula una persona con otra. No escapa de esta explicación, herencia como tantas otra ramas prácticas en psicología del Psicoanálisis, el ámbito de la educación, de las relaciones de pareja o de la relaciones sociales con iguales.

Sin embargo, no muchas veces se aplica esta teoría que establece un modelo mental de la relación, cuando el profesional de la salud mental está intentando lo mejor que puede que le hagan caso en sus indicaciones terapéuticas.

A menudo se nos olvida que la mayor parte de veces que se vinculan con nosotros, en lo profesional y en lo personal, las personas estamos como mínimo tan motivadas por nuestro histórico como por nuestras intenciones. Y con demasiada asiduidad ponemos una intención oposicionista a quien puede pasarse nuestras propuestas por el arco del triunfo. Más allá de criticar al desobediente cliente, o de hacer una autocrítica feroz de nuestras capacidades terapéuticas, nos valdría la pena analizar que el cómo nos vinculamos con el otro es a veces una cuestión de capacidad, por no decir vulnerabilidad aprehendida.


La premisa básica de la teoría del Apego es que desde que somos niños, nos permitimos explorar con mayor alevosía cuanto más seguro percibimos el vínculo. Si el vinculo no se percibe como sostenedor, o incluso capacitado para poder gestionar las dificultades que muchas veces sabemos que sucederán, tampoco vamos ni van a arriesgarse a explorar con nosotros temas personales y experiencias que quizás, todavía no han tenido la forma de las palabras ni mucho menos han estado bajo el efecto del compartir.

Si a eso le añadimos que un vínculo seguro ha sido considerado por los estudiosos de la psicología evolutiva como un protector contra la psicopatología, huelga preguntarnos qué efectos puede tener en la persona de enfrente y en nosotros mantener un vínculo que no percibimos como fiable. Podría ser un factor de riesgo?


APEGO SEGURO: Cuando el bebé se reencontraba con la progenitora que se había ausentado, la respuesta era positiva, y se reanudaba por su parte la exploración sustentada en la búsqueda de apoyo cuando surgía una dificultad.

Podemos establecer que se recoordina el apoyo-vínculo.

APEGO INSEGURO-EVITATIVO: Cuando retorna el ausentado progenitor, el niño no mostraba ninguna reacción, pero sí que se podían objetivar desde la observación signos de sufrimiento psicológico. Los padres en la situación de laboratorio no validaban adecuadamente la parte emocional de este malestar, o no la percibían.

Se hace una conexión algo atrevida con los adultos que poseen este tipo de vínculo, y es la atribución de no tener la capacidad de mostrar emociones como la Ira.

Aparecen también otros procesos que la psicología clínica vincula a este tipo de apego, como la supresión de la emocionalidad, y la negación de la proximidad.

APEGO INSEGURO-AMBIVALENTE: Cuando se produce la vuelta de la figura a priori nutritiva el individuo no se calma, si no más bien se activa una continua expresión de malestar que los cuidadores tampoco tienen la capacidad de hacer descender en intensidad.

La conexión con la vida adulta es de una alta preocupación explícita de un modo u otro por la relaciones personales.

APEGO DESORGANIZADO: Se activa a la vuelta de las figuras importantes el sistema de acercamiento y de huida a la vez. Las conductas del niño eran confusas y no se observaba capacidad de generar estrategias organizadas para retomar el acercamiento con los padres. Normalmente, cuando se revisaba la historia de los padres , habían en ellos un precedente de tener un apego a su vez desorganizado. Una explicación dada y digna de investigar es un posible abuso de poder.

Main (1990) estudió con profusión y en profundidad este tipo de apego tan interesante, y acabó concluyendo que era un modo de visualizar cuando el individuo llegaba a un colapso en el vínculo que se traducía en la desorganización.


Como vemos, podemos contar con la teoría del Apego para poder encuadrar como se vincula el otro conmigo, y para poder entender el punto de la relación en la que nos encontramos, o incluso el punto de la historia personal.

Al igual que se trata al líder de equipos de trabajo para que pueda discernir cuando un miembro de su equipo tiene una reacción motivada por su situación personal o por sus objetivos personales, cuando la reacción de la persona con la que trabajamos en consulta simboliza a las claras que no quiere seguir las indicaciones o propuestas que hacemos, puede estar motivada por los recursos disponibles que tiene en ese momento para gestionar el vínculo y el trabajo terapéutico.

Conclusión, premisa o lectura que puede ser de gran utilidad tanto para tener en cuenta por el profesional, como por la persona demandante.




94 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page