La OMS calcula que hay 350 millones de jugadores en distintos juegos de Azar o #japuestasonline con patrones problemáticos. Lo que viene siendo la población española x 7. Hablando de España, el Observatorio Español de Drogas y #Adicciones calculaba hace 5 años que los ludópatas patrios eran casi 700.000. Y además destacaba la edad de inicio en las apuestas como un indicador de futura patología, poniendo el acento en la #adolescencia como edad de atención y protección prioritaria.
Apostar puede ser algo innato. Realizamos apuestas más o menos arriesgados frecuentemente en nuestro día a día y tiene que ver más con la tolerancia a la inseguridad que con una voluntad lucrativa por nuestra parte. Salir de casa 15 minutos más tarde apostando que no encontraremos tráfico; elegir un plan de fin de semana apostando que no hará mal tiempo; reservar unos billetes para un viaje anhelado sin pagar el extra del seguro de cancelación apostando que será imposible que nos perdamos ese viaje… El presente artículo trata sobre como se manipula nuestra tendencia innata al riesgo en la toma de decisiones añadiendo el elemento económico en el apostante, y en el cada vez más lucrativo negocio de las casas de apuesta.
Unos pocos datos más para arrancar. A finales de la década pasada, justo antes de la aparición del COVID, la inversión de las casas de apuestas fue de 329 millones de euros en marketing; obteniendo en 2018 la friolera de 699 millones de beneficio, dando un total a nivel estatal de 21.700 millones de facturación anual, que vienen siendo el doble que la facturación del tabaco y 5 veces que lo facturado por Inditex en nuestro país.

Antes de 2011 no había ninguna ley legislada y aprobada en nuestra democracia presente que regulara las apuestas fuera de los juegos de azar clásicos como lotería y quinielas. Cada comunidad autónoma podía hacer en su territorio gestionado lo que creyera más adecuado. Y es con la irrupción del auge de las apuestas on line y de sus suculentos beneficios que el gobierno establece una marca común para la gestión y tributación de los mismos, cuando hace referencia a los espacios físicos. Que no al inmenso montante que se mueve por la red, siendo esta del 2012.
Una de las prohibiciones claras es la no entrada de menores a los sitios de apuestas deportivas, que ya se incluía en casinos y bingos. Sin embargo, si cogemos un mapa físico de donde están ubicados los sitios de apuestas en un barrio cualquiera de una ciudad grande o media de España, seguramente nos encontremos que se ubican según 2 criterios que hacen poner los pelos en guardia: 1.- Cerca de Institutos; 2.- En barrios obreros con ingresos por debajo de los 30.000 euros anuales brutos. Mucha casualidad parece. La ley, y aquí según la comunidad, dice que no se pueden ubicar casas de apuestas a menos de 500 metros de un centro estudiantil de secundaria, pero esto si se cumple, no cercena la influencia en el rendimiento de los institutos más cercanos.
Algunos estudios han medido la influencia en el rendimiento académico que tienen en comparativa centros educativos con casas de apuestas cercanas y los que no las tienen. Las conclusiones arrojan una nota media de los institutos en la prueba de acceso a la universidad de 0.6 menos sobre 10 para los que están cerca de las apuestas, quedándose las notas medias por debajo del 6,2.
Algunas asociaciones de rehabilitación para personas con problemas de juego, como VIDA SIN JUEGO, también alertan del cambio de perfil que llega a sus recursos desde hace unos 5 años. Si antes el demandante tipo era un varón de mediana edad con problemas de juego en tragaperras, ahora es la de un joven en ocasiones menor de edad con problemas por apostar on line y con deudas pendientes para con las concesionarias de préstamos rápidos. Los profesionales también alertan de una evolución en la enfermedad de la adicción al juego mucho mas rápida que en tiempos pretéritos. Sin en el primer perfil la persona podía sostener su situación más o menos sintomática durante años, en el perfil adolescente actual la evolución mórbida con un silencio clínico no suele durar ni siquiera un año de evolución. La accesibilidad del usuario de manera casi inmediata desde su dispositivo móvil a poder apostar frena algunos recursos clásicos que se daban cuando el juego se centraba en un espacio físico. Las asociaciones para ayuda al juego adictivo solían tener como ritual de entrada que los miembros se dieran de alta en una lista estatal que prohibía la entrada a casinos y bingos. Norma que debe ser de muy difícil aplicar en las casas de apuestas virtuales. Y si tienen algo parecido como el control de edad, se circunscribe a tener 18 años para poder tener barra libre.
Todavía es más estremecedor y puede servirnos de comparativa con otras adicciones a sustancias de corte más clásico, que al igual que el juego actual, hacían su presencia en una etapa de la vida de la persona especialmente vulnerable como es la adolescencia. De los 12 a los 23 años nuestro sistema de personalidad y nuestro sistema nervioso están en plena maduración biosocial: estamos conociendo la sociedad de los adultos con sus rituales y normas y estamos buscando nuestro lugar en ella. Las drogas y actualmente las apuestas on line prometen una vía fácil a encontrar este lugar con un paraíso prometido al que saben sacarle un gran rendimiento: el éxito bajo el formato de reconocimiento.
Las campañas actuales de apuestas por internet están muy presentes en la televisión. Gran parte de los equipos punteros de fútbol a nivel nacional e internacional han lucido y han cogido parte del tierno pastel que suponen los beneficios publicitarios de marcas como bwin o codere, siendo el Real Betis Balonpié (2004) el primero en territorio patrio. Se calculaba que en 2018 si estabas sentado delante del televisor viendo los 90 minutos que dura un partido de futbol, recibirías una media de 6 anuncios de casa de apuestas virtuales, a lo que hay que sumar un número mayor de anuncios de cerveza y otro parecido de coches. Cual es la imagen que se quiere transmitir? Que si quieres ser una persona exitosa tienes que conducir contento o semiebrio mientras apuestas por el móvil?

No nos despidamos sin destacar la responsabilidad, o en este caso la ausencia, de algunas estrellas del deporte y de la televisión que se llevan prestando desde hace años a los anuncios de publicidad de las casas de apuesta on line. Fue básicamente lo que ocurría con el tabaco en los años 50 y 60 del siglo pasado, donde la publicidad se usa de manera mórbida para normalizar la conducta de la apuesta, usando referencias sociales especialmente dirigidas a los más jóvenes. Fíjese en el siguiente anuncio que vea de apuestas por internet, especialmente de deportes, en las que no se representa el juego, que viene siendo algo frío y solitario, sino al jugador recibiendo
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