
DSM-V
Este texto es la publicación que confecciona la OMS (Organización Mundial de la Salud) para que los profesionales clínicos puedan diagnosticar de una manera eficiente a las usuarios que tratan con distintos síntomas relacionados con el consumo y abuso de sustancias. Se basa en la cuantificación de estos síntomas según su distinta naturaleza.
TRASTORNO POR CONSUMO DE SUSTANCIAS
NO PARAR
No se puede dejar de consumir a pesar de habérselo propuesto. Los intentos son fallidos y aumenta la frustración.
DETERIORO SOCIAL
Las actividades relacionadas con ocio y las relaciones con otras personas se van perdiendo progresivamente.
AUMENTO DE CANTIDADES
El consumo va aumentándose en cantidades, que se puede observar en las dosis que se necesitan para conseguir el mismo efecto.
DESEO IRREFRENABLE
Ansias y poderoso deseo de consumir la sustancia. En inglés lo puedes encontrar con el nombre de craving de consumo.
ABSTINENCIA
La privación de la droga provoca que aparezca un síndrome de abstinencia, que es un conjunto de síntomas que desaparecen al consumir. El ejemplo más claro son los temblores de manos con el Alcohol.
IGNORAR EL RIESGO
Se da el consumo a pesar de estar en una situación de riesgo físico inminente, como trabajar con materiales potencialmente peligrosos o conduciendo vehículos.
INVERSIÓN DE TIEMPO
El tiempo que invierte la persona para conseguir las sustancia, consumirla y recuperarse de los efectos, va progresivamente en aumento.
TOLERANCIA
Se desarrolla impermeabilidad a las cantidades habituales de la sustancia, al igual que ocurre con algunos medicamentos.
INVERSIÓN DE DINERO
Cada vez es mayor la cantidad de dinero que se necesita para obtener la droga, por lo que la situación económica de la persona y de sus allegados se deteriora rápidamente.
NÚMERO DE SÍNTOMAS
Según el DSM, para poder diagnosticar a una persona de Adicción a las sustancias, tienen que cumplirse 3 o más indicadores de los que componen la lista de problemas asociados a la enfermedad.
Una vez se cumple con este criterio se debe establecer la gravedad del trastorno, que puede ser leve, moderado o grave. También pudiéndose codificar si está activo o en remisión, y además especificando si se concreta en una o varias sustancias, y cuales son éstas.