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INSTRUMENTOS DE TERAPIA FAMILIAR: el modelo cuatridimensional

Foto del escritor: Alexander ToméAlexander Tomé

La labor del terapeuta familiar puede ser objeto de discusión en alguno de sus matices, pero no en su esencia, que podría definirse como ayudar a la familia a estabilizar una nueva estructura más funcional.

Antes de incidir de manera voluntaria en el sistema, la primera tarea consiste en un buen análisis del mismo, mediante modelos teóricos que permitan encuadrar el caso. Pues sin una primera visión profesional será casi imposible especificar objetivos y estrategias terapéuticas con las que la familia y los miembros implicados también deberían cooperar.


Un modelo útil y clásico en esta primera e indispensable evaluación es el Modelo Cuatridimensional (Fishman, 1988). El mismo contempla el sistema desde varias perspectivas, que pueden concretarse en: Presiones evolutivas; Historia, Estructura y Proceso. Esta última resulta especialmente interesante ya que incluye la reacción subjetiva del terapeuta. La dimensión que su creador considera más transformadora es esta última. Y se compone de los sentimientos de éste cuando está interviniendo in situ, así como su participación en el proceso mismo. También cabe destacar que este cuarto ingrediente es el que convierte el proceso terapéutico en un contexto experiencial, siendo el agente nuevo una suerte de palanca para generar o destapar procesos inexistentes o tapados hasta el momento. La palabra clave que el autor empareja a la labor del modelo es transformación.




1 PRESIONES EVOLUTIVAS CONTEMPORÁNEAS


Como todos los sistema vivos, las familias tienen tendencias concomitantes que las empujan a la vez hacia el equilibrio, y hacia el cambio.

Los acontecimientos que suceden a los miembros de la familia por separado, además de los que les suceden de manera conjunta, crean tensiones muchas veces evolutivas para sus miembros, como la adolescencia, los cambios de pareja o la jubilación, que provocan reacciones de muy distinta índole. Algunos sistemas, ante éstos cambios, son adaptables y responden transformando las reglas bajo las que operan, lo cual posibilita que aparezcan nuevas conductas. Sin embargo, si no se da dicha adaptación, puede surgir un síntoma médico o psicológico en lugar de un cambio de forma.

Cuando surge el síntoma, las familias pueden quedar encalladas en torno a éste, y organizarse a su alrededor, lo que da como resultado casi seguro que los miembros no afronten y mucho menos resuelvan las necesidades de su propio desarrollo individual.

El resultado es un organización disfuncional o sintomática, pero a la vez estable, en la que la tensión evolutiva causal no se manejó de manera eficaz.

Será indispensable para el profesional analizar las crisis evolutivas que han afrontado los miembros de la familia por separado. Y preguntar por cómo se han resuelto.


2 HISTORIA DEL SISTEMA


Además de la historia de los miembros, y de la historia como familia, será fundamental preguntar por la historia del problema del que se hace demanda. Para poder escuchar y representar qué soluciones se han probado, y ver por qué no han dado resultados funcionales o estables en el tiempo.

En este apartado podremos llevarnos para el posterior estudio una información valiosísima a cerca de la cronicidad y la gravedad de la disfunción en el sistema.

Como dato importante que a la vez puede servirnos de prisma, no hay que olvidar que la historia que relata una familia refleja solo una realidad parcial; una versión selectiva que se compone por las preocupaciones presentes. Las familias pasan revista a sus recuerdos colectivos, evocando y relatando lo que les preocupa en el presente (Fishman, 1988).


3 LA ESTRUCTURA


Nuestro foco debe ponerse fijado en la organización y la demarcación del sistema terapéutico, sin dejar fuera las relaciones importantes tanto dentro como fuera de la familia. El terapeuta tendrá que dar sentido y contenido al excelso término Familia, y no descuidar a otros sistemas externos que estén teniendo una influencia importante en el terapéutico, como el colegio, los amigos e incluso otros tratamientos.

Un dato crucial a sondear y representar incluso de forma gráfica es la proximidad y la distancia entre los miembros componentes del sistema. Se podría realizar un sociograma familiar para que quede construido de manera conjunta por la familia.

Una manera no rígida de entender la estructura sería verla como una superposición de diferentes desarrollos individuales concomitantes, que generan a su vez un nivel básico o superior que es el desarrollo de la propia familia, como contexto cambiante estructurado.

No debemos olvidar que este sistema no deja de ser un grupo, y la definición de este constructo tan atávico como el de familia o clan, puede ser que es algo más que la suma de sus partes, o participantes.

Como forma de ejemplificar esta perspectiva del análisis estructural podemos recoger la postura de Sheehy, Levinson y cols. (1976,1978) en la que determinan que las crisis adultas dentro del sistema familiar son como mínimo tan frecuentes como las infantiles.


4 PROCESO


Los terapeutas familiares, como los demás miembros que componen el sistema cuando están en la sala de intervención, no tenemos una posición fija. Podemos de hecho, convertirnos en parte del sistema a través de técnicas como la desequilibración, cuando detectemos que hace falta gestionar de una manera distinta la intensidad del mensaje entre los participantes.

El terapeuta tiene un doble rol, el de ser influyente y el de verse influido por la naturaleza del sistema en el que está inmerso para hacer su labor. Ésta, estará a su vez muy determinada por su propio contexto personal y especialmente por el profesional donde se esté llevando a cabo su intervención.

Es por tanto fundamental tener muy presente, que los terapeutas familiares introducen en la sala sus propias variables subjetivas que determinan y condicionan el proceso de evaluación, lo cual podemos determinar como normal, pero no debería serlo el de intervención, que tendría que tener una naturaleza más objetiva que subjetiva.





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2 comentarios


Alexander Tomé
Alexander Tomé
25 may 2023

Claro! el que más le recomiendo es:

- Minuchin,S. & Fishman, H. C. (1984). Técnicas de terapia familiar. Barcelona: Paidós.

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Luciana Gallardo
Luciana Gallardo
10 may 2023

hola, podrias poner la bibiografia?

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