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APRENDIENDO A CAMINAR SOBRE HIELO o EL VALOR DEL FEEDBACK

Foto del escritor: Alexander ToméAlexander Tomé

Las relaciones personales no son algo estable. Al igual que muchas otras cosas de las que nos rodean y de las que formamos parte son sensibles al cambio, y en su caso, quizás especialmente.


La búsqueda de estabilidad en las mismas es legítimo, incluso necesario para la construcción de proyectos profesional y personales. Sin embargo, las relaciones personales también se pueden encallar, fosilizar, y no ser capaces sus miembros de afrontar los cambios que el entorno les ofrece o en los que les embarca forzosamente.


Una de las maneras de hacer que una relación evolucione es poder dar información a la otra persona sobre lo que vemos de ella y de su manera de funcionar. Es lo que se denomina Feedback, que en su traducción castellana literal sería Realimentación. Lo cual, nos da muchísimo jugo para analizar.


Realimentarse nos habla de algo relacionado con la nutrición, y encaja muy bien con una base de las relaciones personales. Están ahí para alimentarnos, literal y metafóricamente. La primera alimentación que tenemos es la de nuestra madre si no sucede un problema grave, y está basada en una relación personal donde las emociones juegan un papel predominante. Los psicólogos evolutivos barajan que las emociones básicas entre ellas la tristeza están en nuestra mochila inicial para que los adultos se acerquen y entre otras cosas nos den alimento y protección. Y conforme vamos avanzando en el mundo biológico y social la cosa sigue más o menos por los mismos derroteros. En la adolescencia la nutrición proviene en gran parte de nuestros iguales y de las figuras a las que conferimos autoridad, y al entrar en el mundo de los adultos las parejas y las díadas que establecemos con las personas importantes de nuestra vida a través de la intimidad nos permite generar espacios de comprensión y de crecimiento del todo necesarios para tener un sentido y un rumbo en nuestro día a día. Una referencia cinematográfica brillante es cuando en el película y joya del cine español más reciente llamada TRUMAN (Cesc Gay, 2015), el protagonista interpretado por el gran Ricardo Darín, con la perspectiva vital que le da encontrarse ante las puertas de la resolución voluntaria de un cáncer terminal le dice a su amigo de toda la vida encarnado por el no menos brillante Javier Cámara algo así como “lo mas importante que hay en la vida son las relaciones”. Todavía me emociono al recordar la escena, que además tiene más matices relacionados con el Feedback o la realimentación, pues se inicia con una pregunta de Ricardo a Javier del estilo “¿Tú cómo me ves?”.


Peter F. Drucker, especialista y estadista de renombre que es considerado como uno de los creadores de la profesionalización en la gestión organizacional decía al respecto del crecimiento de los miembros en un equipo: “La única manera de descubrir nuestros puntos fuertes es a través del análisis de nuestras propias experiencias.”

Debemos por tanto en este punto de la reflexión plantearnos lo siguiente: ¿cómo alimentamos nuestras relaciones personales? Y además en una línea clara, sobre si damos información de calidad a la persona que nos importa. Sobre si le damos o si ponemos a su servicio emociones que nos genera su manera y su forma de hacer o de comunicarse para que a modo de espejo pueda saber que genera en los demás, o como mínimo a nosotros. Esto sería caminar sobre el hielo, o todavía mejor. Algo de hielo se debe romper para que la relación no entre en congelación cuando no en Hibernación.





Dar feedback, y recibirlo, es necesario para que nuestras relaciones personales sean de calidad. Y para los profesionales de la salud mental, al hacerlo en terapia generamos compromiso con la persona que pone su confianza en nosotros. Si te digo lo que me generas me arriesgo a perderte o a que no vuelvas (incluso a dañarte), pero también es una manera de mostrarte que me importas y que también puedes expresar a los demás que te importan.


Otra forma no menos ambiciosa de entender las relaciones y la realimentación es que si puedo expresar al otro parte de las emociones que vivo en la relación que compartimos, puede que la cosa cambie y no solo a mejor (sobre todo si nunca lo hemos hecho), si no que también es una manera de importarme. Dándole importancia y valora propio a mi sentir y a mi importancia emocional en la palestra común que tengo con el otro. Y si el hielo se rompe del todo, quizás es que ya iba siendo hora de que llegara la primavera.


Si la otra persona es capaz de devolvernos de manera respetuosa el riesgo que hemos asumido al poner los pies sobre el lago helado, se empezará a dar la llamada Realimentación y recibiremos Feedback: hemos dado parte nuestra percepción del otro, y si hemos sido hábiles desde nuestro sentir sin juicios personales a las maneras de funcionar externas, ahora recibiremos información cuando no nutrición sobre cómo le llegamos y que le hacemos sentir a la persona con la que compartimos la elación. Aunque cueste de digerir, puede ser muy nutritivo el saber qué generamos. Además de nutrirnos y capacitarnos para un entorno eminentemente social, nos orienta y nos permite entender reacciones de los demás que puede haberse quedado en nuestra área ciega social, como estipula la Ventana de Johari.

Expresado de este modo, puede que el primer hielo sobre el que hemos de caminar es el de tener valentía para posibilitar que el otro si nos importa nos pueda decir y dar cómo le llegamos y qué le generamos.


Solo una última recomendación si se me permite: hazlo desde el respeto y desde el afecto. Las pisadas serán más seguras.

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2 Comments


Alexander Tomé
Alexander Tomé
Mar 12, 2022

Conecto con tu tristeza sobre la pérdida que ha supuesto a nivel educativo que humanidades tan necesarias en la formación de personas así como de profesionales, se hayan quedado y caído por el camino de las reforma educativas.

Literatura, Sociología, Historia y por supuesto Psicología son materias que invitan a reflexionar sobre la posición que tenemos en el mundo y también sobre las dinámicas sociales e históricas que nos rodean.

La imagen de alumnos y profesores de FP haciendo la Ventana de Johari se me hace realmente entrañable además de muy aprovechable.

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sanchezbeato
Mar 12, 2022

Me gusta ese simil de las relaciones humanas, en su sentido de realimentación, con el caminar sobre el hielo, pues es muy grande la inseguridad cuando no andamos por tierra firme y hay peligro de resbalar con quién sabe qué consecuencias. En cierto modo, la palabra clave es moverse y ver qué pasa. En esto también es conveniente la metáfora del hielo, porque lo normal es que tengamos tanto pánico, en su mayor dimensión inconsciente, que nos quedemos congelados en las relaciones que nos importan. En cualquier caso, si uno no se mueve y entra en descongelación, será movido y arrastrado, como ocurre con el hielo de los glaciares, tarde o temprano, sin atisbo de consciencia ni lucidez.

Por cierto,…


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