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RECAÍDA EN MI TCA, Y AHORA QUÉ

Foto del escritor: Alexander ToméAlexander Tomé

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) tiene condiciones complejas que requieren un tratamiento prolongado y un proceso de recuperación que puede tener altibajos. En este contexto, es crucial abordar el tema de las recaídas, un aspecto fundamental en el tratamiento de los TCA.


Es esencial comprender que las recaídas no son eventos altamente excepcionales, sino que forman parte del proceso terapéutico. Muchas personas temen que cualquier desliz signifique un fracaso total, pero esto está lejos de la realidad. Un atracón aislado, pesarse en una ocasión o saltarse una comida no constituyen una recaída. Estos son obstáculos comunes que pueden surgir durante la recuperación y no deben ser motivo de alarma excesiva.



Las Recaídas ponen a prueba la capacidad de volver a motivarse de la persona.
Las Recaídas ponen a prueba la capacidad de volver a motivarse de la persona.


Al hablar de recaídas en los TCA, es importante distinguir entre recaída y recidiva. Una recaída se produce cuando una persona en recuperación vuelve a presentar comportamientos desordenados o disfuncionales de alimentación por un período medio-largo. Esto puede incluir restricción de alimentos, atracones, conductas compensatorias o pensamientos obsesivos sobre el peso y la figura. Por otro lado, una recidiva ocurre cuando la enfermedad reaparece después de un período más largo de recuperación, generalmente después de seis meses desde el alta del tratamiento inicial. Esta distinción nos ayuda a entender que la persona que experimenta una recaída aún está en proceso de recuperación. No se ha alcanzado una recuperación completa, y es normal que haya momentos en los que la sintomatología vuelva a aflorar por diferentes motivos que vale la pena señalar.

Entre los motivos más recurrentes destacan los eventos vitales estresantes como puede ser cambio de casa, transiciones académicas/laborales, rupturas o duelos no resueltos, lo cual puede llevar a reactivar los mecanismo de afrontamiento disfuncionales vinculados con la comida. Además, La exposición a comentarios sobre el aspecto físico, incluso aquellos percibidos como elogios ("te ves más saludable"), pueden reactivar la distorsión corporal y el miedo patológico al aumento de peso, llevando a restricciones alimentarias compensatorias. Factores estacionales como la presión social durante el verano por mostrar el cuerpo o los excesos gastronómicos navideños crean contextos de alta vulnerabilidad.


Ante una recaída, el objetivo terapéutico debe enfocarse en comprender la función que ha tenido la reaparición de conductas sintomáticas. Las recaídas pueden ser oportunidades valiosas de aprendizaje. Algunos ejemplos típicos de pensamientos que pueden desencadenar una recaída son: "Tengo miedo a estar bien porque la sensación es desconocida", "Si me recupero, dejarán de cuidarme", o "Mi creencia fundamental es que nunca estaré bien, y recuperarme no encaja en esa idea". Estos pensamientos revelan miedos subyacentes y creencias arraigadas que necesitan ser abordados en terapia.


Es crucial adoptar una actitud comprensiva y constructiva frente a las recaídas. Ver la parte normativa del proceso, reconociendo que las recaídas son parte del camino hacia la recuperación, puede aliviar la presión y la culpa. Cada recaída es una oportunidad para identificar desencadenantes y desarrollar estrategias de afrontamiento más efectivas. Es importante mantener la perspectiva: un tropiezo no invalida todo el progreso logrado.


Buscar apoyo es fundamental para manejar las recaídas de manera efectiva. Comunicarse con el equipo terapéutico y la red de apoyo puede proporcionar el respaldo necesario durante estos momentos difíciles. A veces, una recaída puede indicar la necesidad de ajustar el plan de tratamiento o intensificar ciertos aspectos de la terapia.


Las recaídas en los TCA, aunque desafiantes, no son sinónimo de fracaso. Son parte integral del proceso de recuperación y ofrecen valiosas oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Al abordar las recaídas con comprensión, paciencia y un enfoque terapéutico adecuado, las personas que luchan con los TCA pueden fortalecer su resiliencia y avanzar hacia una recuperación duradera.


Recordemos que la recuperación no es un camino lineal, sino un proceso de altibajos. Con el apoyo adecuado y una actitud de autoaceptación, cada recaída puede convertirse en un paso más hacia una relación más saludable con la alimentación y con uno mismo. En este viaje hacia la recuperación, la compasión y la perseverancia son herramientas invaluables para superar los obstáculos y alcanzar una vida plena y satisfactoria más allá de los TCA.



Artículo escrito por Claudia Requejo (Psicóloga Sanitaria en Psinnergia Psicoterapia).

 
 
 

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