El vínculo es la parte de la relación interpersonal que genera la confianza suficiente para que se den otros procesos entre personas en la línea de estabilidad y duración. Sería el equivalente al proceso de identificación en el grupo, que se puede dar cuando la estructura del mismo facilita que los miembros se miren cara a cara y puedan ver similitudes entre ellos.
La confianza entre dos personas se teje con comunicación, y la tela que acaba surgiendo entre ambas es el vínculo. Puede tener diferentes formas o colores, siendo especialmente clave su resistencia y el que se pueda tejer con cierta asiduidad. La presencialidad no es indispensable, pero sí que facilita mucho que el tejido del vínculo sea resistente, pues en una época donde las nuevas tecnologías nos conectan, solo con el formato on line y of line el textil puede acabar teniendo un formato puramente práctico o plástico.
Las primeras investigaciones psicológicas sobre el Vínculo Emocional nos remontan a la Psicología del Desarrollo en primera infancia, realizada en el último cuarto del siglo pasado en EEUU. Klaus, que no santa, y Kennel, en 1976 estudiaron si el vínculo emocional entre madres y recién nacidos tenía diferencias a posteriori si podían modificar las variables de tiempo entre madre e hijo y si también podían variar el contacto piel con piel. De resultas que en un contexto hospitalario con recién nacidos y sus madres generaron 2 grupos: el primero tenía las pautas básicas de tiempo y frecuencia usadas en la clínica, y al segundo lo llamaron Grupo Extenso, pues ampliaron el tiempo diario a dedicar entre el vínculo recién nacido y además aumentaron el contacto físico entre ambas partes.
Los resultados del experimento de Klaus y Kennell dieron como resultados que el desarrollo del bebé al mes en el Grupo Extenso era evolutivamente más rápido que con el grupo anterior; y que el desarrollo físico y cognitivo seguía el mismo patrón 1 año después.
3 años después junto a Voos fueron los encargados de realizar la definición del proceso encargado de generar esta diferencia entre la relación más primaria para una persona, que es la que se establece con la madre, y lo llamaron Vínculo emocional: es la predisposición a desarrollar un fuerte afecto y a responder desde éste (Kennell, Voos y Laus; 1979).
Sería interesante pues reflexionar sobre el vinculo que tenemos en nuestras relaciones importantes o como mínimo frecuentes en la actualidad, para poder leerlas en clave del Vínculo que nos une, que según la definición aquí recuperada daría el análisis de la confianza que tenemos para expresarnos en ellas, y para poder transmitir afecto.
Un análisis del vínculo con las personas importantes en nuestra vida nos podría llevar a hacer un paseo sistémico por Familia, Amigos, Compañeros de trabajo o aficiones, Pareja y también con nuestras figuras terapéuticas, siendo la confianza un factor clave para poder construir o modificar los hilos que nos unen a ellas.
コメント